La pandemia ha cambiado muchas cosas en estos años, una de ellas, ha sido la llegada del teletrabajo de una manera más masiva que en años anteriores.

Es verdad que muchas empresas antes de la llegada del COVID ya estaban probando una forma de trabajar más flexible.

Incorporando un día de teletrabajo a la semana, por ejemplo.

Sin embargo, con la pandemia esto se aceleró.

Uno de los principales sectores en amoldarse a esta nueva realidad fue el tecnológico.

Muchas Start Up y empresas Tech no cesaron su actividad durante el confinamiento, sino que sus trabajadores empezaron a trabajar desde sus domicilios.

No queremos detenernos en la importancia de crear ambientes seguros de trabajo con los empleados que teletrabajan, ya que en muchas ocasiones no contaban con equipos cualificados para desarrollar una actividad empresarial.

Solo queríamos puntualizar que durante el tiempo de confinamiento se batieron records de vulneración de seguridad en equipos informáticos.

Pero es nos daría para otro post.

Volviendo al tema que nos ocupa, el teletrabajo ha pasado a ser una realidad en lugares como Silicon Valley.

El contexto en San Francisco

San Francisco, cuna tecnológica del mundo, especialmente su bahía sur donde está Silicon Valley, se estaba convirtiendo en una ciudad un tanto asfixiante para sus habitantes.

El coste vital de vivir ahí era de los más altos del planeta.

Alquileres que no paran de subir, un ritmo de vida frenético, problemas con los transportes etc.

Llegó la pandemia y todo cambio.

Los trabajadores de las empresas en Silicon Valley empezaron a teletrabajar.

Implementaron un modelo de trabajo, eficaz, eficiente y sostenible en el que la mayoría de los trabajadores está de acuerdo.

Incluso muchas personas decidieron abandonar la ciudad por otras zonas en las que el acceso a la vivienda es más fácil y el coste de vida más barato.

Esto se traduce en que San Francisco ha perdido a un 10% de masa poblacional en los últimos dos años.

Las empresas empiezan a contar con trabajadores de diferentes zonas geográficas, no solo de Estados Unidos.

Este éxodo de personas que abandonan voluntariamente San Francisco ha supuesto que caigan los precios del alquiler hasta un 27% y que haya aumentado un 16% los espacios de oficinas disponibles.

Un ejemplo concreto

La plataforma de pagos  Stripe tenía a más del 90% de su plantilla antes de que estallará la pandemia trabajando in situ en su sede de Sillicon Valey.

Durante el primer cuatrimestre del 2019, el 34% de sus nuevos empleados ya venía de diferentes partes del mundo.

Por supuesto no trabajan en la sede central: Teletrabajan

Este porcentaje en 2021 aumento hasta, nada más y nada menos que el 71%.

¿Qué pasará con Silicon Valley?

Aún es muy pronto para especular y lo cierto es, que sigue siendo la cuna tech del mundo, pero sí que es cierto que está cambiando.

La gran beneficiaria de esto es Austin, ya que es la que más se está favoreciendo de esta relocalización, al igual que Atlanta o San Diego.

Lo que es innegable es que la industria está cada vez más interesada en contratar trabajares de otros puntos geográficos.