España a la cola en la industria robótica
¿Estamos viviendo una nueva revolución industrial? Muchos expertos así lo afirman, y la robótica es la pieza angular sobre la que gira.
La implementación de las máquinas en las cadenas de producción ha ido creciendo a pasos a agigantados en las últimas décadas.
Tareas que antes hacían los humanos han sido sustituidos por estas.
Todo apunta a que la presencia de máquinas seguirá aumentando con el paso de los años por las ventajas que representan en la reducción de costes, mayor productividad y gran precisión en cada tarea para los que se les programa.
En un primer momento, los robots se introdujeron en la industria para desarrollar tareas muy rutinarias y siempre repetitivas.
Además, su programación era compleja y cada poco tiempo necesitan revisión.
No obstante, esto cambió con los robots autónomos, cada vez más utilizados en las cadenas de fabricación industrial.
Los robots autónomos no es que solo puedan trabajar más de 24 horas seguidas sin descanso, es que lo hacen manteniendo unos niveles contantes de calidad, por lo que su supervisión es cada vez menos constante.
Ante este panorama, cada vez nacen más empresas dedicadas a la fabricación de robots para la industria.
Es un negocio creciente en la mayoría del os países desarrollados.
La industria en Europa
Los robots industriales llevan muchos años entre nosotros, las primeras empresas en fabricarlos fueron las americanas.
Pero en seguida varios países miembros de la Unión Europea se dieron cuenta que debían ponerse las pilas para fabricarlos y llevarse un trozo del pastel.
Así que desde mediados de los 90, países como Alemania, Noriega o Suecia empezaron a crear industrias que desarrollaban robots, vendiéndolos tanto para sus industrias como para el resto de países de la UE.
Para hacernos una idea de este crecimiento, entre 1995 y 2015 se incrementó por cuatro el número de robots creados en Europa.
La industria del automóvil es la más demandante de ellos
¿Qué pasa en España?
En España nos encontramos con un claro problema, no hay ninguna empresa posicionada como fabricante de robots.
Pero no solo eso, es de los países europeos (junto con Grecia) a la cola de la robotización en la industria.
Es decir, ni construimos ni los hemos incorporado a los procesos de producción de nuestras industrias.
Hay un dato interesante que quizás nos haga entrar en la ruleta.
La robotización se empieza a utilizar en el turismo, sector en el que estamos en cabeza.
Utilizándose para la automatización de registros de los huéspedes en hoteles en su entrada y salida de los mismos.
Si la automedicación fuera total, se plantea que puedan incluso llegar a ser los recepcionistas de los hoteles.
Es verdad que esto puede suponer pérdida de empleos para profesionales del sector turismo
No obstante, también una oportunidad para que sea el propio quien cree los robots autónomos.
Aunque la industria española debería ponerse ya, la competencia es alta y otros países de la zona euro llevan años de ventaja.