La Unión Europea quiere crear reservas estratégicas de gas
No está siendo un tiempo tranquilo para las economías de los países que se ven mermadas con la actual crisis de suministros energéticos, tanto de gas como de luz.
Los precios no para de subir debido a la escasez energética y no parece que la tendencia alcista en precios vaya a parar a corto plazo.
La demanda creciente de este combustible ya sea para uso individual con la calefacción o uso industrial en fábricas y empresas.
Ha hecho que los pecios no paren de subir, presentando un problema real que debe ser abordado.
Por ello, la Comunidad Europea quiere ponerle remedio para que la situación no sea insostenible y llegamos al apagón enérgico que muchos expertos auguran.
Suministro de gas en Europa
La Comisión Europea presentará lo que es la segunda parte del llamado paquete Fit for 55.
En el que se incluye por un lado un paquete de movilidad y eficiencia energética, así como la revisión del Reglamento para la seguridad de siniestro del gas.
En resumidas cuentas, desde Bruselas se quiere mejorar las condiciones contractuales a consumidores.
Cambios de proveedores, apostando por aquellos que sean más rápidos, mejorar los contadores inteligentes
Y que los consumidores finales pueden tener a su disposición mejores ofertas ecológicas para la contratación de suministros.
Se prevé que este marco favorable de energía para los ciudadanos favorecerá que estos puedan comprar gas renovable sin que la ubicación geográfica sea un impedimento.
Dicha propuesta pretende también tarificar el hidrógeno.
Por otro lado, y como punto igual de importante, la Comisión Europea pretende facilitar el almacenamiento de gas.
¿Cómo?
Mejorando el acceso transfronterizo, especialmente a los gases renovables.
Para ello analizará la adquisición conjunta por los países miembros de las reservas de gas.
Aunque está participación de compra conjunta será en todo caso voluntaria, sin obligar en un primer momento a participar a todos los estados miembros.
Esta manera de compra conjunta debe garantizar que nos interferirá en ningún momento en el mercado interior del país y su funcionamiento.
Así como deberá respetar las normas actuales de competencia.
Hay que resaltar que Europa cada vez depende más de la compra de gas extranjero ya que no es un proveedor a gran escala y por ello está sufriendo tantos problemas de suministro.
De tal manera que, actuando de manera conjunta, es posible crear un sistema de seguridad que se activaría en el caso de producirse un parón o mejor dicho interrupción en abastecimiento de gas a los países miembros.