Los hogares inteligentes ya han dejado, hace años, de ser algo propio de la ciencia ficción como se ve en algunas películas de Netflix, para convertirse en parte habitual de nuestras vidas. La domótica, ese conjunto de tecnologías que se encargan del control y automatización de nuestras viviendas, está cada vez más presente en nuestros hogares. Y lo está hasta tal punto, que algunas investigaciones revelan que para el 2023 ya serán más de 350 millones los hogares inteligentes que existan en el mundo.

Pero, ¿a qué se debe el éxito de los hogares inteligentes?

Ventajas de los hogares inteligentes:

No cabe duda de que las ventajas que nos ofrecen los hogares inteligentes son variadas e importantes:

• Nos permiten manejar infinidad de aparatos sin necesidad siquiera de estar allí. Podemos controlar cualquier dispositivo inteligente a distancia, ya sea desde el teléfono móvil, la tablet, un ordenador o incluso desde altavoces portátiles.
• Ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas discapacitadas o con movilidad reducida, facilitándoles las tareas diarias y proporcionándoles una mayor autonomía. Por ejemplo, les permite apagar o encender luces, subir y bajar persianas, o avisar a un familiar en caso de emergencia, entre otras muchas posibilidades. Y todo esto, simplemente con el uso de la voz. Basta con conectar los diferentes dispositivos con asistentes como Google Home, Amazon Alexa o Apple Siri.
• Su uso es muy sencillo e intuitivo. No se necesitan conocimientos especiales para poder controlar todos los dispositivos del hogar.
• No es necesario empezar invirtiendo una gran cantidad de dinero. Podemos comenzar a domotizar nuestra casa con un simple enchufe inteligente para controlar cualquier aparato eléctrico, o instalar una central domótica a la que podemos ir añadiendo dispositivos de manera progresiva.
• Suponen un ahorro de tiempo y dinero. Un hogar inteligente nos permite controlar, programar, conectar e incluso medir consumos. Podremos programarlo para que no encienda las luces hasta determinada hora del día, que conecte la lavadora en el horario en el que la electricidad sea más barata o que regule la temperatura de la habitación de la forma más eficiente, por poner algunos ejemplos. Gracias a todo ello, podremos llegar a amortizar un hogar completamente inteligente en un plazo de 2 a 4 años. A partir de ahí, todo serán beneficios para nuestro bolsillo.
• Mejoran la seguridad de nuestra vivienda. Con un sistema de bloqueo controlado de forma remota, podemos gestionar el acceso de los miembros de nuestra familia, de la persona que se encarga de la limpieza, o del fontanero que debe venir a arreglar una avería mientras nosotros estamos trabajando en la otra punta de la ciudad. Además, un hogar inteligente también nos permitirá programar las luces y las persianas para que se abran y cierren, o que se encienda el televisor mientras estemos de vacaciones o nos vayamos de fin de semana. Así los cacos y los okupas creerán que seguimos ahí.

Por todos estos motivos, los hogares inteligentes cada vez serán más numerosos.